Ciudad de Cusco y el templo dorado Qoricancha – Explorando Perú – Parte 2
Tiempo total: 1 días con 2:37:39 hrs
Desde muy temprano nos levantamos, el sol no había salido mientras esperábamos al Uber, en las afueras del departamento en Callao, Lima; nos dirigíamos hacia el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, nuestro vuelo salía a las 05:50 horas.
La Aerolínea que nos llevó a Cusco fue Avianca, los tickets nos costaron 70 USD por persona. Por ser un vuelo nacional no tuvimos mayor problema, eso sí, en el escáner debes hasta quitarte los zapatos… bueno, botas de montaña en mi caso.
En el aeropuerto, un bus nos llevo hacia el avión, exactamente junto a mi estaba un grupo de asiáticos hablando en su idioma, muy difícil de entender (no es como el español o inglés), supuse que eran de China o de Japón por sus rasgos étnicos, y por su idioma.
En las ventanas del avión observamos bastantes montañas y nevados en los horizontes. Todas las casas, en su mayoría, están construidas con ladrillos color marrón y adobe, una ciudad muy bonita y acogedora, con una atmósfera fría, simplista y con aroma a historias del pasado.
Al salir del aeropuerto, habían varias personas ofreciendo servicio de taxi y tours, pero al final nos convenció un taxista que nos llevó a la empresa de turismo “Naty Tours Cusco”, donde al entrar nos ofrecieron té de coca:
En realidad nos sentíamos un poco cansados, el viaje de Guatemala a Lima y la gran exploración que hicimos el día anterior en Lima. Sumado a eso, madrugar, ir al aeropuerto y viajar a Cusco no fue excusa: ese mismo día salimos a conocer un poco de Cusco.
Esta empresa nos cobró 250 soles, que son 77 USD (incluyó el boleto turístico). Lo primero que debíamos hacer es ir a nuestro hospedaje, en esta ocasión reservamos con Airbnb un apartamento en Casa Colonial, en el Centro Histórico (Nueva Baja 464, Cusco), este era un apartamento con 4 camas (3 arriba y una abajo), muy acogedor, con té de coca en la mesa y toda la cosa, nos costó 112 USD la noche (28 USD por persona).
Así que teníamos alrededor de dos horas para prepararnos para el primer tour en Cusco. Salimos a caminar y a conocer el Mercado Central de San Pedro, antes de eso debíamos de ubicar como cambiar un par de dólares en alguna casa de cambio.
Y como es de costumbre, gastar en recuerdos más de lo que vas a gastar en comida. Compré un par de prendas en el mercado Central, mi mochila se llenó y mi bolsillo se vació. Vivir la experiencia de caminar por Cusco, conocer sus calles empedradas, conocer otra cultura, sentir el viento y frio es algo muy bonito.
Plazoleta de San Pedro:
Templo dorado Qoricancha
Un microbús nos estaba esperando en las afueras de nuestro hospedaje. El primer lugar que visitamos fue Qoricancha o “templo dorado”. En la entrada habían dos señoras con algunas alpacas bebe, muy comunes en Cusco, valía dos soles por fotografiarse con ellas, aunque por no tener sencillo yo les di cinco soles.
Al revisar las fotos que me habían capturado, vi que estaba habilitada la configuración manual (por mi foto nocturna en Lima), así que mis fotos estaban totalmente blancas.
La entrada al templo dorado tiene un costo de 10 soles (no estaba incluido en el boleto turístico). Según las explicaciones del guía, este templo estaba revestido completamente de oro, de ahí su nombre, así mismo era uno de los lugares más sagrados de Cusco, pues era el templo del dios del sol Inti.
Obviamente fue saqueado en la época de la conquista: todos los metales preciosos fueron robados. Antes de eso, se construyó el Templo de Santo Domingo bajo sus cimientos. Es decir, en la actualidad vas a poder observar los cimientos originales del templo de oro, así mismo del Templo de Santo Domingo (construcción moderna).
El tipo de construcción es similar a Machu Picchu o Sacsaywamán, tiene una ligera inclinación hacia el interior. En uno de los templos podrás observar que hay rocas que no están colocadas, tienen pequeñas figuras geométricas talladas que hacen encajar a nivel quirúrgico unas con otras.
Al ser un templo dedicado a Inti, el guía contó que el patio exterior era adornado con vicuñas, llamas, distintas aves, frutas y plantas, todo de tamaño real y en oro. Si de por si las paredes estaban bañadas en oro – más las esculturas que habían en el patio, imagino, era un lugar de mucho valor, cultural, bodega de grandes riquezas y sagrado.
Por último, en este templo observamos dos grandes cuadros del artista Miguel Araoz Cartagena, el primero representa las cuatro provincias del imperio Tawantinsuyu (azul Qollasuyu, rojo Kontisuyu, anaranjado Chinchaysuyu y amarillo Antisuyu), cada punto de las líneas representa un lugar sagrado a lo largo del imperio.
El segundo cuadro es sobre la vía láctea en el firmamento de Cusco, en los meses de julio – agosto. En él pueden observarse distintos animales que se acercan a tomar agua al rio celestial (en los Andes, la vía láctea es conocida como “mayu” o rio celestial). Según un cuadro descriptivo, en él se observan: una serpiente, un sapo, una perdiz, una llama y su cría, un zorro y un pastor.
A continuación, el bus que nos llevaría a los siguientes destinos del día nos estaba esperando a unas cuadras de este templo de oro. Los sitios que visitaríamos serían Qenqo, Tambomachay y Saqsayhuaman.
Espera a ver la tercera publicación de la exploración al Perú. Lugar de grandes horizontes e infinitas alpacas.