Ollantaytambo y Písac – Explorando Perú – Parte 5
Tiempo total: 0 días con 2:21:52 hrs
La empresa de turismo que habíamos contratado se detuvo a mitad de camino en varios restaurantes, nos dirigíamos a Ollantaytambo (queda a solo 90km de distancia de la Ciudad de Cusco), como éramos bastantes pasó dejando a diferentes grupos en diferentes restaurantes, el inconveniente de esto es que no pasaron más de 45 minutos y el bus estaba de regreso, apresurando a todos. No hubo tiempo para nada, eso es un aspecto negativo de esas empresas.
Dejando a un lado la mala vibra, en el restaurante probé el ceviche de pulpo y pescado, me gusto bastante (más que el de Costa Rica), tenía un sabor salado y acido. Aun así, el mejor ceviche sigue siendo el guatemalteco, eso es indiscutible.
Continuando con el viaje, la carretera hacia Ollantaytambo es a través de un gran valle y a la par del gran río Vilcanota. Para entrar al pueblo el bus debe de ascender un gran muro y pasar por una pequeña entrada rodeada de casas empedradas. En las calles puedes observar los canales de agua que vienen desde la montaña y alimentan toda la ciudad.
Para entrar a la fortaleza debes de utilizar el boleto turístico, enseguida observarás grandes terrazas agrícolas que deberás ascender, son bastantes gradas y hay bastante gente, así que deberás de llevar una botella de agua y tener un poco de paciencia.
Al oeste de Ollantaytambo, podrás ver una gran montaña en donde están los almacenes de Pinkuylluna, en la siguiente foto se observan estos almacenes a la mitad de la montaña.
El pueblo de Ollantaytambo conserva muchas construcciones del periodo incaico, mientras ascendíamos el guía nos señalo una casa con puertas azules, cuyos cimientos son originales de este periodo.
En la parte superior de esta fortaleza, existen monumentos tallados en roca de más de 50 toneladas de peso. Los guías exclaman las grandes hazañas del imperio inca para trasladar hacia lo más alto de tales ruinas esas grandes rocas, lo cual es monumental, arquitectura descomunal.
Nuestra visita a Ollantaytambo había terminado, el bus después nos llevo hacia Písac. Cuando llegamos, observamos hasta abajo el pueblo del mismo nombre, situado a 2974 msnm y a 30km de Cusco.
El viento soplaba fuerte, había frio y se observaba la gran sombra de la montaña en el pueblo. Estábamos alrededor de 3300 msnm y observamos aquellas grandes terrazas agrícolas construidas en las pendientes de las montañas.
Al ascender más, el guía nos indico que estábamos frente a uno de los cementerios incaicos más grandes y antiguos de Sudamérica, no estaba abierto al público y se observaban bastantes hoyos, esto debido a que fue saqueado tiempo atrás.
El punto más alto es el sector de Q’allaqasa, a 3514 msnm. En este mirador el horizonte empezaba a tornarse azul oscuro, el sol estaba ocultándose y el viento se torno más frío. Empezamos a regresar al bus.
Así fue como vivimos nuestro primer fin de semana en Cusco, el día lunes debíamos de transportamos al pueblo de Tinke para iniciar nuestra gran caminata de 5 días alrededor de la montaña Ausangate.